Resumen:
La Niña, un fenómeno climático caracterizado por temperaturas superficiales del mar más frías que el promedio en el Océano Pacífico ecuatorial, se encuentra actualmente en su segundo año consecutivo, lo cual es poco común pero no tiene precedentes. Este patrón consecutivo de La Niña ha contribuido a que las condiciones climáticas sean más húmedas de lo habitual en varias partes del mundo. En este artículo, exploramos por qué estamos experimentando dos veranos húmedos seguidos y las implicaciones de esto.
Entendiendo a La Niña:
La Niña es parte de un ciclo climático natural conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO). Durante los eventos de La Niña, las temperaturas de la superficie del Océano Pacífico se vuelven más frías cerca del ecuador, lo que altera los patrones de circulación atmosférica e influye en el clima global.
Impacto en el clima de verano:
Las temperaturas más frías del océano en el Pacífico ecuatorial durante La Niña tienden a cambiar los patrones de presión atmosférica, lo que provoca cambios en las precipitaciones en todo el mundo. Para el hemisferio norte, La Niña generalmente se asocia con condiciones más húmedas que el promedio en las partes sur y este de los Estados Unidos, así como en partes de América del Sur y el Sudeste Asiático.
Ocurrencia consecutiva:
Si bien los eventos consecutivos de La Niña no son infrecuentes, solo ocurren alrededor del 20% de las veces. La doble caída más reciente de La Niña ocurrió en 2010-2012. El actual ciclo de La Niña comenzó en septiembre de 2020 y es probable que persista hasta la primavera de 2023, lo que lo convierte en uno de los más largos de las últimas décadas.
Factores contribuyentes:
Las condiciones atmosféricas y oceánicas del Océano Pacífico pueden influir en la persistencia de La Niña. Ciertos mecanismos de retroalimentación, como la acumulación de agua cálida debajo de la superficie del océano, pueden mantener las temperaturas más frías de la superficie del mar asociadas con La Niña. Además, algunas regiones también pueden experimentar un aumento de las precipitaciones debido a la influencia combinada de La Niña y otros sistemas climáticos.
Implicaciones y riesgos:
Los episodios consecutivos de La Niña tienen implicaciones para los sectores sensibles al clima, incluida la agricultura, los recursos hídricos, la gestión del riesgo de desastres y la salud de los ecosistemas. El aumento de las precipitaciones puede provocar inundaciones, daños a la infraestructura y perturbaciones de la vida cotidiana. Es posible que los agricultores necesiten ajustar sus calendarios de siembra y sus elecciones de cultivos, ya que el exceso de lluvia puede afectar la germinación y el crecimiento de las semillas.
Conclusión:
El fenómeno consecutivo de La Niña ha provocado dos veranos húmedos seguidos, con patrones climáticos más húmedos que afectan a varias regiones del mundo. Si bien este ciclo climático natural es parte del sistema de la Tierra, su persistencia y potencial de múltiples ocurrencias consecutivas resaltan la importancia de comprender la variabilidad climática, implementar estrategias de adaptación y desarrollar resiliencia frente a los patrones climáticos cambiantes.