Comprende tu sentimiento:
Reconocer y validar sus sentimientos de ansiedad social es el primer paso para afrontarlos. Reconozca que es normal experimentar ansiedad después de un período prolongado de trabajo desde casa.
Establezca expectativas realistas :
Acepte que puede llevar algún tiempo readaptarse al entorno de la oficina y a las interacciones sociales. Fíjese objetivos realistas con respecto a las interacciones y la socialización, y no se sienta presionado a hacer todo a la vez.
Mantén una actitud positiva y recuerda tus puntos fuertes :
Tómate un momento para reflexionar sobre los aspectos positivos de regresar a la oficina. Piense en las oportunidades para colaborar, aprender y conectarse con colegas. Recuerde sus capacidades y éxitos del pasado, lo que le ayudará a aumentar su confianza.
Practicar técnicas de relajación :
Realice ejercicios calmantes como respiración profunda, meditación o relajación muscular progresiva para controlar la ansiedad. Estas prácticas pueden ayudar a reducir el estrés y promover una sensación de bienestar.
Da pequeños pasos :
Vuelva lentamente a situaciones sociales. Comience interactuando uno a uno con algunos colegas, aumentando gradualmente su nivel de participación social a medida que se sienta más cómodo.
Concéntrate en tu trabajo:
Sumérgete en tus tareas y responsabilidades en la oficina. Esto puede ayudarle a desviar la atención de los pensamientos ansiosos y concentrarse en actividades productivas.
Comunícate con tu jefe y compañeros de trabajo :
Discuta abiertamente sus sentimientos de ansiedad con su gerente o representante de recursos humanos. Pueden brindarle apoyo, adaptaciones o acuerdos de trabajo flexibles para ayudar a facilitar su transición.
Busque ayuda profesional si es necesario:
Si descubre que su ansiedad social es persistente y afecta significativamente su capacidad para funcionar en el entorno de la oficina, considere buscar la ayuda de un profesional de salud mental que pueda ofrecerle apoyo y estrategias para afrontar la situación.
Recuerde que regresar a la oficina es un ajuste y está bien sentirse ansioso. Al practicar la autocompasión, adoptar técnicas de relajación y tomar medidas mesuradas, podrá superar gradualmente estos desafíos y reintegrarse al entorno de la oficina con confianza.