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  • Erupciones solares:¿Qué se necesita para ser de clase X?
    Erupciones solares se clasifican según su flujo máximo de rayos X en vatios por metro cuadrado (W/m2) en el rango de longitud de onda de 0,1 a 0,8 nanómetros, medido por la serie de satélites GOES (Geostationary Operational Environmental Satellite). El flujo de rayos X es una medida de la intensidad de la radiación de la llamarada y está relacionado con la temperatura y la densidad del plasma en la región de la llamarada.

    Las erupciones solares se clasifican en clase A, B, C, M o X según su flujo máximo de rayos X, de la siguiente manera:

    * Bengalas clase A: Flujo máximo <10^-6 W/m2

    * Bengalas clase B: Flujo máximo ≥ 10^-6 pero <10^-5 W/m2

    * Bengalas clase C: Flujo máximo ≥ 10^-5 pero <10^-4 W/m2

    * Bengalas clase M: Flujo máximo ≥ 10^-4 pero <10^-3 W/m2

    * Bengalas clase X: Flujo máximo ≥ 10^-3 W/m2

    Bengalas clase X Son las erupciones solares más poderosas y energéticas y son capaces de causar perturbaciones significativas en la atmósfera de la Tierra y el entorno espacial. Pueden producir tormentas geomagnéticas que pueden interferir con las comunicaciones por radio, las redes eléctricas y las operaciones de los satélites. Las llamaradas de clase X también pueden provocar la emisión de partículas de alta energía al espacio, lo que puede suponer un riesgo para los astronautas y los satélites.

    La frecuencia de las erupciones solares varía a lo largo del ciclo de actividad de 11 años del sol. Durante el máximo solar, que ocurre aproximadamente cada 11 años, el sol está más activo y produce erupciones solares más frecuentes e intensas. Durante el mínimo solar, el sol está menos activo y produce menos erupciones solares y menos intensas.

    La mayor erupción solar jamás registrada ocurrió el 4 de noviembre de 2003. Esta llamarada de clase X28 fue tan poderosa que provocó un apagón total de las comunicaciones por radio sobre el Océano Atlántico durante varias horas. La llamarada también provocó una tormenta geomagnética que dañó transformadores de energía en Suecia y Canadá e interrumpió las operaciones de las aerolíneas en todo el mundo.

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