1. Degradación inducida por la luz (LID): Este es un mecanismo de degradación común en las células solares de silicio cristalino. Cuando se exponen a la luz solar, ciertas impurezas y defectos en el material de silicio pueden interactuar con la luz y dañar la estructura celular. La LID suele ocurrir durante las etapas iniciales de la vida útil de una célula solar y puede provocar una pérdida de energía de alrededor del 2% al 3%.
2. Degradación ultravioleta (UV): La exposición prolongada a la radiación ultravioleta del sol puede causar daños a las capas protectoras y a los materiales utilizados en las células solares, como el encapsulante, el revestimiento antirreflectante y las interconexiones de las células. Esta degradación puede provocar decoloración, agrietamiento y reducción de la transmisión de luz, lo que en última instancia afecta la producción de energía de la celda.
3. Ciclo térmico: Las células solares experimentan fluctuaciones de temperatura debido a los ciclos día-noche y a los cambios estacionales. La expansión y contracción repetidas del material semiconductor y otros componentes debido al ciclo térmico pueden causar tensión mecánica, lo que lleva a la formación de defectos y microfisuras. Esto puede resultar en una pérdida gradual de potencia de salida.
4. Humedad y humedad: Los altos niveles de humedad y humedad pueden provocar la corrosión de los contactos metálicos y las interconexiones dentro de una célula solar. El vapor de agua también puede penetrar las capas celulares y causar daños internos. Esta degradación es más frecuente en climas húmedos y puede afectar el rendimiento de la celda.
5. Suciedad y suciedad: El polvo, la suciedad y otras partículas que se acumulan en la superficie de los paneles solares pueden bloquear la luz solar y reducir la cantidad de luz que llega a las células. Si bien la limpieza regular puede mitigar este problema, puede que no siempre sea práctica en instalaciones solares a gran escala.
6. Desajuste eléctrico: Los desajustes entre las células solares individuales de un módulo o entre módulos de una matriz pueden provocar pérdidas de energía. Estos desajustes pueden ocurrir debido a variaciones en la eficiencia de la celda, sombreado o diferencias en el cableado y las conexiones.
7. Envejecimiento y degradación del material: Con el tiempo, los materiales utilizados en las células solares pueden sufrir degradación debido a la exposición a elementos ambientales. Esto puede incluir la degradación de materiales encapsulantes, adhesivos y otros componentes que contribuyen al rendimiento general y la durabilidad de la célula solar.
Es importante tener en cuenta que la tasa de degradación de la energía varía según la tecnología, la calidad y el proceso de fabricación de las células solares. Los fabricantes suelen proporcionar información sobre la garantía y las tasas de degradación esperadas de sus productos, lo que puede ayudar a los usuarios a tomar decisiones informadas al elegir paneles solares. El mantenimiento y la limpieza regulares también pueden ayudar a minimizar las pérdidas de energía y extender la vida útil de las células solares.