Si bien las linternas modernas pueden emitir potentes rayos de luz, la distancia entre la Tierra y la Luna es simplemente demasiado grande para que el rayo sea visible. La luz de una linterna se propaga a medida que viaja, lo que resulta en una disminución significativa de su intensidad en largas distancias. Cuando el rayo llegue a la Luna, aproximadamente a 238.900 millas de distancia, sería demasiado débil para verlo a simple vista o con cualquier telescopio.
Como referencia, los rayos láser más potentes utilizados en la investigación científica pueden generar rayos que permanecen visibles desde la superficie de la Tierra hasta la Estación Espacial Internacional, a aproximadamente 400 kilómetros de distancia. Sin embargo, estos láseres son mucho más potentes y enfocados que las linternas.