Corto Plazo (10-20 años):
- Desarrollar y probar tecnologías esenciales, como sistemas de soporte vital a largo plazo, protección contra la radiación y técnicas de utilización de recursos in situ (ISRU).
- Realizar misiones robóticas para demostrar capacidades clave, como la construcción autónoma y la extracción de recursos.
- Reunir consorcios y asociaciones internacionales para compartir experiencia y recursos.
Medio Plazo (20-30 años):
- Establecer puestos de avanzada lunares a pequeña escala con una tripulación limitada para estancias de corta duración, centrándose en la investigación científica y las pruebas tecnológicas.
- Incrementar la frecuencia de las misiones robóticas a la luna, probando la viabilidad de diversos métodos y tecnologías de construcción.
Largo plazo (más de 30 años):
- Construir una base lunar permanente más grande que pueda soportar a una tripulación durante largos períodos de tiempo.
- Desarrollar sistemas de transporte lunar, incluidos módulos de aterrizaje lunar y vehículos de ascenso, para facilitar los viajes regulares entre la Luna y la Tierra.
- Ampliar las capacidades de la base lunar para la investigación científica, la utilización de recursos y potencialmente servir como centro para futuras misiones a Marte y otros destinos celestes.
Es importante tener en cuenta que este cronograma es solo una estimación y puede verse influenciado por varios factores que escapan al control humano. Por ejemplo, avances significativos en tecnología o cambios en las prioridades globales podrían acelerar el proceso, mientras que desafíos imprevistos o restricciones presupuestarias podrían retrasarlo. La cooperación internacional y los compromisos sostenidos serán esenciales para hacer realidad el sueño de una base lunar.