He aquí por qué:
* espacio 3D: La luz viaja en un espacio tridimensional.
* ángulos: Dentro de ese espacio, se puede apuntar un rayo de luz en cualquier dirección, que se puede definir por sus ángulos en relación con un conjunto de ejes.
* Valores continuos: Los ángulos pueden adquirir cualquier valor dentro de un rango (típicamente de 0 a 360 grados o radianos de 0 a 2π). Dado que estos valores son continuos, hay infinitas combinaciones posibles de ángulos.
Por lo tanto, el número de instrucciones posibles para un solo rayo de luz es infinito.