Los conceptos básicos
* Conducción nerviosa: Los impulsos eléctricos viajan a lo largo de los nervios a través de un proceso llamado propagación del potencial de acción. Esto implica el movimiento de iones a través de la membrana de las células nerviosas, creando una onda de despolarización.
* Temperatura y movimiento de iones: La temperatura influye en la tasa de movimiento de iones a través de la membrana. Las temperaturas más altas generalmente conducen a un movimiento de iones más rápido.
La realidad complicada
* Temperatura óptima: Hay un rango de temperatura óptimo para la velocidad de conducción nerviosa. Para los humanos, esto es aproximadamente 37 ° C (98.6 ° F).
* Temperaturas más bajas:
* Conducción más lenta: A medida que la temperatura cae por debajo del rango óptimo, el movimiento iónico se ralentiza, reduciendo la velocidad de conducción del impulso eléctrico.
* Aumento del umbral: Las temperaturas más bajas también pueden aumentar el umbral para desencadenar un potencial de acción.
* temperaturas más altas:
* Inicialmente conducción más rápida: Inicialmente, un ligero aumento en la temperatura por encima del rango óptimo puede acelerar ligeramente el movimiento de iones. Sin embargo, este efecto es temporal.
* Función interrumpida: A medida que la temperatura continúa aumentando, puede interrumpir la función normal de las células nerviosas. Las enzimas responsables del transporte de iones se vuelven menos eficientes, y la membrana puede volverse más permeable, lo que lleva a una disminución en la velocidad de conducción.
* Daño: El calor extremo puede dañar las células nerviosas, lo que puede conducir a una disfunción permanente.
Implicaciones clínicas
* hipotermia: La baja temperatura corporal, o hipotermia, puede ralentizar significativamente la conducción nerviosa y afectar varias funciones corporales, incluidos los reflejos, la frecuencia cardíaca y la respiración.
* Fiebre: Si bien una fiebre leve puede inicialmente aumentar la respuesta inmune, una fiebre muy alta puede interrumpir la función nerviosa e incluso conducir a convulsiones.
en resumen
Mientras que una temperatura corporal ligeramente más cálida puede mejorar inicialmente la conducción nerviosa, la relación entre la temperatura corporal y la velocidad de conducción nerviosa es compleja. Las temperaturas muy bajas y muy altas pueden alterar la función nerviosa normal y ralentizar la conducción de impulsos eléctricos. La temperatura óptima para la función nerviosa es mantenida por los sistemas reguladores internos del cuerpo.