1. Refracción: Cuando un haz láser pasa de un medio a otro (como el aire al agua, o el aire a una densidad de aire diferente), se dobla. Esto se llama refracción.
2. Turbulencia atmosférica: El aire no es perfectamente quieto, y las variaciones en la temperatura y la presión pueden crear "bolsillos" de diferentes densidades. Estos bolsillos actúan como lentes pequeñas, lo que hace que el haz láser se dobla ligeramente y cree el efecto "centelleante".
3. Difracción: La naturaleza de la luz de la luz hace que se extienda ligeramente a medida que viaja. Este efecto es más notable en distancias más largas y puede hacer que el haz parezca "deambular" ligeramente.
4. Dispersión: Las partículas de polvo y otras pequeñas partículas en el aire pueden dispersar el haz del láser, lo que hace que parte de la luz sea redirigida en diferentes direcciones.
5. Reflexión: Si el haz láser encuentra una superficie reflectante, como un espejo o una nube, se reflejará en un ángulo igual al ángulo de incidencia.
En resumen: Un rayo láser no "cambia de dirección" en el aire de la misma manera que una pelota lanzada. Sin embargo, el mundo real no es un vacío, y varios factores ambientales pueden hacer que el haz parezca doblarse, dispersar o reflejarse.