1. Gravedad: Esta fuerza tira toda la materia entre sí, actuando como una fuerza cohesiva que intenta colapsar la nebulosa.
2. Presión interna: Esta fuerza surge de la energía térmica del gas y el polvo dentro de la nebulosa. A medida que la nebulosa colapsa, las partículas se acercan más, aumentando la presión y la temperatura. Esta mayor presión empuja hacia afuera, contrarrestando el tirón interno de la gravedad.
Estas dos fuerzas están en un delicado equilibrio. Si la gravedad es más fuerte, la nebulosa colapsará bajo su propio peso, lo que potencialmente conduce a la formación de estrellas. Si la presión interna es más fuerte, la nebulosa se expandirá y se dispersará.
Es importante tener en cuenta: Si bien estas dos fuerzas son los principales jugadores, otros factores como los campos magnéticos y la presión de radiación también pueden influir en la estabilidad de una nebulosa.