* dispersión: Los rayos de luz golpean la superficie irregular en muchos ángulos diferentes. Esto hace que la luz se disperse en todas las direcciones.
* Sin transmisión: Como el objeto es opaco, la luz no lo pasa.
* no hay rayo reflejado único: A diferencia de las superficies lisas donde existe un solo rayo reflejado para cada rayo incidente, las superficies rugosas hacen que la luz se dispersen en muchas direcciones, lo que no da como resultado un rayo reflejado distinto.
Resultado: El objeto parece aburrido o mate, ya que la luz dispersa no crea una reflexión enfocada. Es por eso que podemos ver objetos difíciles desde diferentes ángulos.
Ejemplo: Un trozo de papel o una pared texturizada. La luz está dispersa por las irregularidades de la superficie, lo que hace que el papel o la pared aparezcan mate.