El principio de conservación de la masa establece que la masa total de un sistema cerrado permanece constante en el tiempo, independientemente de los cambios de estado o las transferencias de energía. Esto significa que la masa de un objeto será la misma ya sea que esté en la Tierra, en otro planeta o en los confines más lejanos del universo.
El concepto de que la masa es constante en todo el universo es fundamental para diversas teorías y ecuaciones físicas, como las leyes del movimiento de Newton y la teoría de la relatividad general de Einstein. Estas teorías han sido ampliamente probadas y validadas a través de numerosos experimentos y observaciones, lo que respalda la noción de conservación masiva.
Si bien el principio de conservación masiva es válido en la mayoría de las circunstancias, ciertos escenarios hipotéticos extremos, como singularidades cercanas a un agujero negro o posibles violaciones de las leyes de conservación en teorías especulativas, podrían requerir más investigación y comprensión. No obstante, hasta donde sugieren nuestro conocimiento actual y la evidencia experimental, la masa sigue siendo una propiedad constante y bien definida de la materia dondequiera que exista en el universo.