Por ejemplo, la ISS tiene una masa de aproximadamente 420.000 kilogramos (926.000 libras). El transbordador espacial, que fue retirado en 2011, tenía una masa de aproximadamente 109.000 kilogramos (240.000 libras). El rover Mars Curiosity, que aterrizó en Marte en 2012, tenía una masa de aproximadamente 900 kilogramos (2000 libras).
En general, cuanto más grande sea la nave espacial, más pesada será. Esto se debe a que las naves espaciales más grandes requieren más materiales para construir y más combustible para ponerse en órbita. Sin embargo, hay algunos casos en los que las naves espaciales más pequeñas pueden ser más pesadas que las más grandes. Por ejemplo, las naves espaciales que transportan cargas útiles pesadas, como satélites o sondas espaciales, pueden ser más pesadas que las naves espaciales que no llevan ninguna carga útil.
Es importante señalar que el peso de una nave espacial no es lo mismo que su masa. La masa es una medida de la cantidad de materia en un objeto, mientras que el peso es una medida de la fuerza de gravedad que actúa sobre un objeto. El peso de una nave espacial variará dependiendo del campo gravitacional en el que se encuentre. Por ejemplo, una nave espacial que pesa 100 kilogramos en la Tierra pesará sólo 16,6 kilogramos en Marte.