Cuando dos ondas se encuentran en fase, es decir, sus picos y valles se alinean, se refuerzan entre sí, lo que da como resultado una onda con una mayor amplitud. Esta interferencia constructiva puede conducir a la formación de ondas estacionarias, donde la onda parece estacionaria debido al efecto combinado de las ondas incidentes y reflejadas.
Por otro lado, cuando dos ondas se encuentran fuera de fase, es decir, sus picos y valles están opuestos, se cancelan entre sí, lo que da como resultado una onda con una amplitud menor. Esta interferencia destructiva puede conducir a la formación de nodos, donde el desplazamiento de la onda se vuelve cero.
La interacción de las ondas también puede dar lugar a fenómenos más complejos como la difracción y la refracción. La difracción ocurre cuando una onda encuentra un obstáculo o una abertura y se propaga por los bordes. La refracción ocurre cuando una onda cambia de dirección al pasar de un medio a otro con diferentes velocidades de onda.
La comprensión de las interacciones de las ondas es importante en varios campos, incluidos la óptica, la acústica, el electromagnetismo y la mecánica cuántica. Desempeña un papel en fenómenos como la formación del arco iris, la reflexión y refracción de la luz, el comportamiento de las ondas sonoras y la interacción de partículas en los sistemas cuánticos.