Por ejemplo, si pones una cuchara de metal en una taza de sopa caliente, la cuchara se calentará rápidamente porque el metal es un buen conductor del calor. El calor de la sopa fluye a través de la cuchara hasta tu mano.
Por otro lado, si pones una cuchara de madera en una taza de sopa caliente, la cuchara no se calentará tanto porque la madera es un mal conductor del calor. El calor de la sopa no fluye tan fácilmente a través de la madera, por lo que la cuchara no se calienta tanto.
Entonces, si quieres que algo pierda calor rápidamente, debes hacerlo con un buen conductor de calor. Si quieres que algo retenga el calor, debes hacerlo con un mal conductor del calor.