1. Láser:
Los láseres (amplificación de luz mediante emisión estimulada de radiación) son la fuente de luz coherente más común y fiable. En un láser, se crea una inversión de población dentro de un medio láser, lo que lleva a la emisión sincronizada de fotones. Esto da como resultado una salida de luz monocromática y altamente coherente.
2. Experimento de doble rendija:
El clásico experimento de la doble rendija demuestra una interferencia luminosa coherente. Una fuente de luz coherente, como un láser, se proyecta sobre una barrera con dos rendijas muy próximas entre sí. Las ondas de luz que pasan a través de las rendijas actúan como dos fuentes coherentes, produciendo un patrón de interferencia en una pantalla colocada detrás de la barrera.
3. Experimento del doble agujero de Young:
Similar al experimento de la doble rendija, el experimento del doble orificio de Young implica dos orificios iluminados por una fuente de luz coherente. Las ondas de luz que emergen de los agujeros interfieren entre sí, creando un patrón de interferencia en una pantalla.
4. Interferómetro de Michelson:
El interferómetro de Michelson es un instrumento óptico que utiliza dos espejos y un divisor de haz para crear dos haces de luz coherentes. Los haces recorren diferentes caminos antes de recombinarse y producir un patrón de interferencia. Este interferómetro se usa comúnmente para mediciones de precisión y espectroscopia.
5. Interferómetro Mach-Zehnder:
Otro interferómetro, el interferómetro Mach-Zehnder, utiliza una serie de espejos y divisores de haz para crear dos trayectorias de luz coherentes. La interferencia de estos caminos se utiliza para diversas aplicaciones, como la tomografía de coherencia óptica (OCT) en imágenes médicas.
Al emplear estas técnicas, es posible producir dos o más fuentes de luz coherentes, lo que permite la observación de fenómenos de interferencia y diversos experimentos en óptica y otros campos científicos.