En otras palabras, cuanto más gas libera un cohete, más fuerza genera y más rápido avanzará. Por este motivo, los cohetes necesitan transportar una gran cantidad de combustible para alcanzar velocidades significativas.
La cantidad de gas liberado por un cohete también afecta su eficiencia. Un cohete que libera gas de manera ineficiente desperdiciará combustible y no podrá viajar tan lejos como un cohete que libera gas de manera eficiente.
Los ingenieros diseñan cuidadosamente los cohetes para garantizar que liberen gas de la manera más eficiente posible. Se trata de elegir el tipo correcto de combustible, diseñar correctamente la tobera del cohete y optimizar el proceso de combustión.
Al comprender la relación entre la liberación de gas y el movimiento hacia adelante, los ingenieros pueden diseñar cohetes que son más eficientes y pueden viajar más lejos en el espacio.