Cuando el agua sale de los orificios de los aspersores, el agua ejerce una fuerza sobre los orificios. Esta fuerza crea un par que hace que el aspersor gire. El giro del aspersor conserva el momento angular, lo que significa que el momento angular total del agua antes de salir de los agujeros es igual al momento angular total del aspersor después de que el agua haya salido de los agujeros.
Matemáticamente, la conservación del momento angular se puede expresar como:
```
Yoω1 =Yoω2
```
dónde:
* I es el momento de inercia del aspersor.
* ω1 es la velocidad angular inicial del agua antes de salir de los agujeros
* ω2 es la velocidad angular final del aspersor después de que el agua ha salido de los agujeros
El momento de inercia de un objeto en rotación es una medida de la dificultad que tiene para cambiar su velocidad angular. Cuanto mayor sea el momento de inercia, más difícil será cambiar la velocidad angular.
En el caso de un rociador, el momento de inercia está determinado por la masa y la distribución de masa del rociador. Cuanto más pesado sea el aspersor y cuanto más se distribuya la masa desde el centro de rotación, mayor será el momento de inercia.
La velocidad angular inicial del agua antes de salir de los agujeros está determinada por la presión del agua que fluye a través del aspersor. Cuanto mayor sea la presión, mayor será la velocidad angular inicial.
La velocidad angular final del aspersor después de que el agua ha salido de los agujeros está determinada por la conservación del momento angular. Cuanto mayor sea la velocidad angular inicial del agua y mayor sea el momento de inercia del aspersor, menor será la velocidad angular final del aspersor.
En resumen, el principio físico que explica por qué gira un aspersor de agua es la conservación del momento angular. El agua que sale de los agujeros crea un par que hace que el aspersor gire. El giro del aspersor conserva el momento angular, lo que significa que el momento angular total del agua antes de salir de los agujeros es igual al momento angular total del aspersor después de que el agua haya salido de los agujeros.