En el movimiento circular, la inercia de un objeto tiende a mantenerlo moviéndose en línea recta. Sin embargo, la fuerza que actúa sobre el objeto (como la gravedad o la tensión en una cuerda) hace que se mueva en una trayectoria curva.
Segunda ley de Newton:
La fuerza necesaria para mantener un objeto en movimiento circular es directamente proporcional a la masa del objeto y al cuadrado de su velocidad, e inversamente proporcional al radio de la trayectoria circular. Esta relación se expresa mediante la ecuación F =mv²/r, donde F es la fuerza, m es la masa, v es la velocidad y r es el radio.
Tercera ley de Newton:
A cada acción le corresponde una reacción igual y opuesta. En el movimiento circular, la fuerza que actúa sobre el objeto (como la gravedad o la tensión en una cuerda) es igual en magnitud pero de dirección opuesta a la fuerza ejercida por el objeto sobre su centro de rotación.