Consideremos una simple colisión entre dos objetos. Antes de la colisión, cada objeto tiene su propio momento, que está determinado por su masa y velocidad. Cuando los objetos chocan, parte del impulso se transfiere de un objeto al otro. El momento total de los dos objetos después de la colisión es el mismo que el momento total antes de la colisión.
La ley de conservación del impulso es un principio fundamental de la física y tiene importantes aplicaciones en muchas áreas, como la mecánica, la balística y la cohetería. También se utiliza para estudiar el comportamiento de partículas subatómicas y las interacciones entre átomos y moléculas.