Matemáticamente, la velocidad terminal de un globo se puede calcular mediante la siguiente fórmula:
Vd =√(2mg / (ρACd))
dónde:
Vd:Velocidad terminal del globo.
m:masa del globo
g:aceleración debida a la gravedad
ρ:Densidad del aire circundante.
A:área de la sección transversal del globo
Cd:Coeficiente de arrastre del globo.
En general, la velocidad terminal de un globo es bastante baja, especialmente para globos pequeños y livianos. Por ejemplo, un globo de fiesta típico puede tener una velocidad terminal de sólo unos pocos centímetros por segundo. Los globos más grandes, como los globos meteorológicos, pueden tener velocidades terminales de varios metros por segundo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la velocidad terminal no es un valor fijo. Puede variar dependiendo de los cambios en las condiciones ambientales. Por ejemplo, si la resistencia del aire disminuye, como en altitudes más altas, la velocidad terminal del globo aumentará.