Las ondas estacionarias se pueden formar de diversas formas, pero una forma común es hacer vibrar una cuerda o una membrana. Cuando se pulsa una cuerda, se crea una onda que viaja a lo largo de la cuerda. Cuando la onda llega al final de la cuerda, se refleja hacia atrás. Luego, la onda reflejada interfiere con la onda original, creando una onda estacionaria.
Las ondas estacionarias también se encuentran en otros sistemas físicos, como las ondas sonoras y las ondas electromagnéticas. En las ondas sonoras, las ondas estacionarias pueden crearse mediante la interferencia de dos ondas sonoras de igual frecuencia que viajan en direcciones opuestas. En las ondas electromagnéticas, las ondas estacionarias pueden crearse mediante la interferencia de dos ondas electromagnéticas de igual frecuencia que viajan en direcciones opuestas.
Las ondas estacionarias tienen varias propiedades interesantes. Una propiedad es que pueden usarse para medir la longitud de onda de una onda. La longitud de onda de una onda es la distancia entre dos nodos adyacentes. Las ondas estacionarias también se pueden utilizar para medir la frecuencia de una onda. La frecuencia de una onda es el número de ondas que pasan por un punto determinado en un segundo.