Esto significa que un objeto seguirá moviéndose en la misma dirección y a la misma velocidad a menos que algo cambie su movimiento.
Entonces, mientras no haya fuerzas externas que actúen sobre el objeto, seguirá moviéndose.
Ejemplos:
- Un automóvil seguirá rodando por la carretera hasta que encuentre fricción del suelo, resistencia del aire o alguna otra fuerza que lo frene.
- Una pelota lanzada al aire seguirá moviéndose hacia arriba hasta alcanzar el punto máximo de su trayectoria, momento en el que la gravedad hará que disminuya su velocidad y finalmente caiga de nuevo al suelo.