Los murciélagos han desarrollado la ecolocalización para navegar eficazmente en su entorno. Generan sonidos agudos e interpretan los ecos que rebotan en los objetos para crear una imagen acústica de su entorno. Sin embargo, los murciélagos no tienen percepción visual del espacio como los humanos. Su sistema de ecolocalización es crucial para mapear su entorno, cazar presas y evitar obstáculos en su vuelo.