Las gotas de agua que rebotan en las paredes se pueden atribuir a un fenómeno llamado efecto Leidenfrost. Cuando un líquido entra en contacto con una superficie caliente, se forma una fina capa de vapor entre el líquido y la superficie. Esta capa de vapor actúa como un cojín, evitando que el líquido moje la superficie. Como resultado, la gota de líquido rebota en la superficie. El efecto Leidenfrost se observa comúnmente al cocinar, cuando las gotas de agua rebotan en una sartén caliente.