A continuación se muestran algunas formas de reducir la velocidad de los buques de transporte para mitigar el impacto del ruido en los peces:
Límites de velocidad: Establecer y hacer cumplir límites de velocidad para embarcaciones en áreas marinas sensibles, particularmente aquellas que se sabe que son importantes hábitats para peces o rutas de migración.
Incentivos: Proporcionar incentivos económicos o exenciones fiscales a las compañías navieras que voluntariamente reduzcan su velocidad en áreas designadas.
Diseño del barco: Fomentar el diseño y uso de embarcaciones más eficientes energéticamente que puedan mantener velocidades más lentas sin reducciones significativas en la capacidad de carga o la eficiencia del combustible.
Modificación de hélice: Utilice hélices y propulsores más silenciosos que generen menos ruido y vibraciones.
Planificación de ruta: Modificar las rutas de envío para evitar áreas marinas sensibles o hábitats críticos para peces, especialmente durante períodos sensibles como el desove o la migración.
Educación y sensibilización: Aumentar la conciencia entre las compañías navieras y las tripulaciones sobre los impactos del ruido de los barcos en los peces y la importancia de reducir la velocidad en zonas sensibles.