El proceso de soldadura fuerte comienza con la limpieza de los metales base para eliminar la suciedad, la grasa u otros contaminantes. Luego se aplica un fundente a la junta para evitar la oxidación y promover la humectación del metal de aportación. Luego, el metal de aportación se calienta hasta que se derrita y fluya hacia la junta. Luego se enfría la junta y se elimina el fundente.
La soldadura fuerte es un proceso versátil que se puede utilizar para unir una variedad de metales, incluidos acero, cobre, latón y aluminio. Se utiliza a menudo en la fabricación de componentes de plomería, eléctricos y automotrices.