Además de medir la composición elemental del cometa, el espectrómetro de rayos X también se utilizó para estudiar la densidad del cometa. Esto se hizo midiendo la cantidad de rayos X absorbidos por el cometa. Al comparar la cantidad de rayos X absorbidos con la cantidad emitida, los científicos pudieron determinar que Tempel 1 tiene una densidad de aproximadamente 0,6 gramos por centímetro cúbico. Esto es aproximadamente la mitad de la densidad del agua, lo que significa que Tempel 1 es un objeto muy poroso.
El espectrómetro de rayos X fue una herramienta valiosa para estudiar la composición y estructura del cometa Tempel 1. Los datos recopilados por el espectrómetro ayudaron a los científicos a comprender mejor la naturaleza de los cometas y su papel en el sistema solar.