Sin embargo, los superconductores no son perfectos y existen ciertas condiciones bajo las cuales pueden perder su superconductividad y volver a su comportamiento conductor normal. Una de estas condiciones es la aplicación de un campo magnético. Si se aplica un campo magnético a un superconductor, puede inducir al material a entrar en un estado conocido como "estado mixto", en el que coexisten la superconductividad y la conductividad normal. En estado mixto, el superconductor todavía puede conducir electricidad, pero lo hace con cierta resistencia, lo que significa que se pierde energía en forma de calor.
Otra condición que puede hacer que los superconductores pierdan su superconductividad es la presencia de impurezas o defectos en el material. Las impurezas y los defectos pueden crear alteraciones en la red cristalina del material, lo que puede dificultar el flujo de supercorrientes. Como resultado, los superconductores con impurezas o defectos tienden a tener campos magnéticos críticos y temperaturas de transición más bajos que los superconductores puros.
A pesar de estas limitaciones, los superconductores siguen siendo materiales extremadamente útiles en una variedad de aplicaciones, como trenes de alta velocidad, máquinas de resonancia magnética y aceleradores de partículas.