1. En un avión, el movimiento principal en caso de una parada repentina (choque) es vertical, no horizontal. El movimiento hacia adelante de un avión es menos crítico que el movimiento vertical (impacto de aterrizaje) porque la cabina del avión es esencialmente una "caja cerrada" que está presurizada. En un accidente automovilístico, la fuerza es principalmente horizontal y puede causar lesiones graves o la muerte si los ocupantes no están sujetos adecuadamente.
2. La altura de la cabina de un avión y la ubicación de los asientos hacen que los cinturones de seguridad de los hombros no sean prácticos. En un automóvil, los asientos están cerca del piso y el techo es relativamente bajo, lo que facilita la instalación y el uso de los cinturones de seguridad de los hombros. En un avión, los asientos suelen estar más altos que el suelo y el techo es mucho más alto, lo que dificulta alcanzar y utilizar los cinturones de seguridad de los hombros.
3. El costo de instalar y mantener los cinturones de seguridad de los hombros en un avión sería significativo. Las aerolíneas tendrían que modernizar toda su flota de aviones y los costos continuos de mantenimiento e inspección serían sustanciales.
4. Los cinturones de hombro pueden resultar incómodos y restrictivos para los pasajeros. En un automóvil, los pasajeros pueden ajustar sus cinturones de seguridad para estar cómodos, pero en un avión, los cinturones de seguridad suelen estar fijos. Esto puede resultar incómodo para los pasajeros, especialmente en vuelos largos.
Por estas razones, los aviones no tienen cinturones de seguridad en los hombros como los automóviles. Sin embargo, los aviones todavía están equipados con una variedad de otras características de seguridad para proteger a los pasajeros en caso de accidente, como cinturones de seguridad, bolsas de aire y salidas de emergencia.