El acero es una aleación, una combinación de metal hecha de hierro y carbono. El contenido de carbono del acero alcanza un máximo de 1.5 por ciento. Debido a su dureza y resistencia, el acero se utiliza en la construcción de edificios, puentes, automóviles y una serie de otras aplicaciones de fabricación e ingeniería.
La mayoría del acero producido hoy en día es acero al carbono simple o simplemente acero al carbono. El carbono en el acero existe en el estado de carburo de hierro. Otros elementos, entre ellos azufre, fósforo, manganeso y silicio, también están presentes.
Contenido de carbono del acero
El acero al carbono se define como el acero que tiene sus propiedades principalmente debido a su contenido de carbono y no contienen más del 0.5 por ciento de silicio y 1.5 por ciento de manganeso. Los aceros al carbono simples, que varían de 0.06 por ciento de carbono a 1.5 por ciento de carbono, se dividen en cuatro tipos:
Estos aceros progresan de más blandos a más duros, pero también tienden a aumentar la fragilidad. El primer tipo se usa en carrocerías de automóviles. El segundo tipo se encuentra en rieles y productos ferroviarios, como acoplamientos, cigüeñales, ejes, engranajes y piezas forjadas. El tercer tipo se usa en herramientas de corte y líneas ferroviarias, y el último tipo se usa en pistones y cilindros.
Propiedades físicas básicas del acero
El acero tiene una densidad de 7,850 kg /m 3 , haciéndolo 7.85 veces más denso que el agua. Su punto de fusión de 1,510 C es más alto que el de la mayoría de los metales. En comparación, el punto de fusión del bronce es de 1.040 C, el del cobre de 1.083 C, el del hierro fundido de 1.300 C y el del níquel de 1.453 C. El tungsteno, sin embargo, se funde a 3.410 C, lo que no es sorprendente. dado que este elemento se usa en filamentos de bombilla. El coeficiente de expansión lineal del acero a 20 ° C, en µm por metro por grado Celsius, es 11.1, lo que hace que sea más resistente al cambio de tamaño con cambios de temperatura que, por ejemplo, cobre (16.7), estaño (21.4) y plomo (29.1). Los aceros inoxidables se emplean en la construcción cuando la resistencia a la corrosión es un activo importante, como con los cuchillos que deben mantener un borde afilado. Otra razón común por la que se usan los aceros inoxidables son sus propiedades a altas temperaturas. En algunos proyectos, la resistencia a la oxidación a altas temperaturas es un requisito absoluto, mientras que en otros, la resistencia a altas temperaturas es una necesidad primaria. Pequeñas cantidades de otros metales agregados al acero cambian sus propiedades de manera favorable a ciertas aplicaciones industriales. Por ejemplo, el cobalto produce una mayor permeabilidad magnética y se usa en imanes. El manganeso agrega resistencia y dureza, y el producto es adecuado para cruces ferroviarios de servicio pesado. El molibdeno mantiene su resistencia a altas temperaturas, por lo que este aditivo es útil cuando se hacen puntas de taladro rápido. El níquel y el cromo resisten la corrosión y generalmente se agregan en la fabricación de instrumentos quirúrgicos de acero.
Acero inoxidable
Aditivos para el acero