Una bomba de calor transfiere energía moviendo un refrigerante que absorbe y libera calor alternativamente. Este proceso enfría refrigeradores, congeladores y habitaciones y edificios enteros mediante aplicaciones de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC). Algunos refrigerantes son orgánicos. Algunos son inorgánicos. Algunos son cíclicos, y algunos son lineales. Algunos están basados en metano, y algunos están basados en cadenas de carbono más largas. Cada refrigerante tiene su propia capacidad para transferir calor. Cuanto mayor es su capacidad, más calor transfiere cuando se mueve a una velocidad establecida.
Divida la salida de la bomba de calor, en unidades térmicas británicas (BTU), por 2,930. Si transfiere 150,000 BTU por hora: 150,000 /2,930 = 51.2 kilovatios.
Divida la cantidad de refrigerante que mueve la bomba de calor por el tiempo que lleva moverla. Si bombea 3.6 kilogramos de refrigerante en 10 segundos: 3.6 /10 = 0.36 kilogramos por segundo.
Divida la respuesta al paso 1 por la respuesta al paso 2: 51.2 /0.36 = 142.2 kilojulios por kilogramo.