Si intenta leer mensajes ocultos, detectar dinero falso, buscar rastros de sangre o simplemente tratar de averiguar dónde orina su gato, una luz negra hecha en casa es una herramienta indispensable. Las luces negras hacen que los objetos parezcan brillar si los objetos contienen sustancias químicas llamadas fósforos, que convierten la luz ultravioleta (UV) en luz blanca visible como una forma de radiación. La ciencia detrás de las luces negras puede ser complicada, pero el proceso de crear su propia luz negra casera no lo es.
Coloque la toma de luz contra el fondo de la taza y trace la circunferencia de la toma con un lápiz. Recorte esta sección con unas tijeras. Haga lo mismo con la placa para que tanto la taza como la placa tengan orificios en sus centros.
Cubra todo el interior de la taza, con la excepción del orificio que cortó, con papel de aluminio para crear una superficie reflectante que servirá para ampliar y dirigir la luz.
Coloque el plato y la taza juntos (ambos con el lado derecho hacia arriba) para que los orificios que recorta se alineen entre sí y pegue en su lugar.
Inserte la toma en la taza desde detrás de la placa de modo que el extremo con cable salga por detrás de la placa y el lado abierto de la toma esté en la taza. Cuanto más abajo en la taza coloque el enchufe, más aumento y dirección dará la luz.
Atornille una bombilla fluorescente ultravioleta, también llamada luz negra, en el enchufe mientras el aparato está desenchufado. br>
Aplique pegamento para asegurar el receptáculo en su lugar en la copa antes de enchufarlo, si lo desea.
Enchufe y encienda su luz negra hecha en casa con la luz apuntando lejos de sus ojos.
Consejo
Use una taza más profunda que la altura final de la bombilla en su zócalo, de modo que todo el aparato se pueda colocar boca abajo cuando no se use.
Advertencia
No mire directamente a la bombilla cuando la encienda porque, como cualquier otra luz, la exposición prolongada puede causar daños a los ojos. Esta luz está destinada únicamente para fines de entretenimiento.