Muchos estudiantes de ciencias entienden la idea básica del experimento comparativo porque el nombre "experimento comparativo" se explica principalmente a sí mismo. Los estudiantes estarían en lo correcto al definir un experimento comparativo como uno que compara los efectos de dos tratamientos. Sin embargo, como casi todo en ciencia, el experimento comparativo tiene ventajas y desventajas. Los estudiantes deben comprender estos aspectos a un nivel profundo antes de comprender completamente el experimento comparativo en sí.
Hacer la pregunta correcta
Según Penn State, un experimento comparativo comienza con una pregunta o hipótesis que pregunta cómo dos o más Los tratamientos afectan alguna respuesta. Cuando un científico quiere saber la diferencia entre los efectos del tratamiento A y el tratamiento B en la variable dependiente C, realizará un experimento en el que todas las condiciones son las mismas, excepto una: el tratamiento - A o B - dado al sujeto. Después de recibir los resultados del experimento, el científico puede comparar la diferencia en la variable dependiente C para cada tratamiento, concluyendo que un tratamiento es más efectivo que el otro o que ambos tratamientos tienen aproximadamente la misma efectividad.
The Keys
Las claves para un tratamiento comparativo son el control y la aleatorización. El control se refiere a mantener constantes todas las demás variables que podrían afectar el resultado. Por ejemplo, un experimento comparativo que compara los efectos de dos dietas de diferente valor nutricional en el crecimiento de los ratones debería garantizar que los ratones coman al mismo tiempo, independientemente de la dieta que se les asigne. La aleatorización se refiere a la asignación aleatoria de los sujetos del experimento, como ratones, a los dos o más grupos de tratamiento. Esta aleatorización permite conclusiones válidas y análisis estadísticos en todos los tratamientos.
La ventaja
Para muchos estudiantes de ciencias, el experimento comparativo les ahorra tiempo. Los experimentos estándar no comparativos utilizan un "control", que se refiere a un grupo de sujetos que no reciben tratamiento o un placebo. Los científicos que participan en experimentos no comparativos en su investigación necesitarían realizar el experimento dos veces, una con cada tratamiento. Sin embargo, para muchos experimentos, ejecutar solo un experimento puede ser un gasto notable tanto en tiempo como en dinero. Por lo tanto, un experimento comparativo puede ahorrarle a un científico la molestia de tener que asignar recursos a una segunda corrida con un tratamiento diferente.
Un inconveniente
Los tratamientos comparativos no necesitan incluir un control, que puede ser un problema si ambos tratamientos producen resultados similares. Por ejemplo, si dos inyecciones diferentes conducen a una cantidad similar de aumento de la actividad en ratones, un científico podría verse tentado a concluir que ambos medicamentos inyectados son efectivos para incitar a la actividad. La verdad es que sin un control, el científico no puede llegar a tal conclusión, ya que otros factores podrían estar influyendo en la actividad mejorada de los ratones, como la ansiedad por la inyección o la manipulación de los científicos. Un experimento comparativo generalmente se limita para concluir la efectividad relativa de un tratamiento en comparación con el otro.