Un ecosistema se puede dividir en tres componentes principales. Los productores, o plantas, recolectan energía del sol. Los consumidores y los descomponedores, o los animales e insectos, utilizan esta energía y devuelven los nutrientes al medio ambiente. El material orgánico muerto y el sustrato inorgánico contribuyen al flujo de energía al mantener el ciclo y actuar como reservas de nutrientes a corto plazo.
Significado
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Un ecosistema se define como una comunidad de organismos y El entorno en el que habitan, que funciona como unidad ecológica. Ejemplos de ecosistemas incluyen pastizales, bosques y humedales. Las plantas y los animales evolucionan y se adaptan a las presiones de cualquier ecosistema dado. Juntos, presentan una imagen de un problema y una solución.
Identificación
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Los procesos esenciales ocurren en un ecosistema para que sea sostenible en el tiempo. Usando componentes no vivos de la luz solar, el agua y el dióxido de carbono, las plantas usarán la fotosíntesis para producir oxígeno y azúcar. Los nutrientes son devueltos al ecosistema a través de la descomposición. Para ilustrar mejor el papel de los animales en el ecosistema, veamos más de cerca el ecosistema de bosques templados.
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El ecosistema forestal experimenta un gran intercambio de nutrientes. Los animales del bosque incluyen microbios en el suelo. Los artrópodos que se alimentan de la basura, incluidos los insectos y las arañas, ayudan a la descomposición. Los consumidores incluyen herbívoros como el conejo y el venado que se alimentan de materiales vegetales. Los omnívoros se alimentan de una variedad de materiales. Incluyen no-depredadores como el mapache y la zarigüeya, así como depredadores como los coyotes y el oso. Las dietas de estos depredadores variarán según la temporada y la disponibilidad de alimentos. Finalmente, los carnívoros incluyen a los verdaderos consumidores de carne, incluidos el lince y el lince.
Consideraciones
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Las relaciones dentro de un ecosistema son complejas. La clave para la sostenibilidad es la adaptabilidad. Los animales del ecosistema deben poder adaptarse a nuevas presiones. Por ejemplo, la introducción de especies invasoras puede afectar los suministros de alimentos. El ecosistema forestal ha tenido que adaptarse con plantas tan invasoras como el ajo mostaza y el espino amarillo. Ambas plantas pueden ser extremadamente agresivas, desplazando a las plantas nativas que forman la base alimenticia de los animales del bosque.
Los animales también deben hacer frente a las presiones del hombre. Los ciervos, por ejemplo, prácticamente no tienen depredadores naturales en los bosques templados. En consecuencia, las poblaciones se han disparado. Mientras que todavía es un animal del bosque, los ciervos también se han adaptado a los entornos suburbanos. La pérdida del hábitat de los coyotes también ha llevado a los animales a aventurarse en áreas suburbanas.
Conceptos erróneos
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Los animales están altamente evolucionados para su ecosistema particular. Una jirafa no podría prosperar antes en el bosque que una ardilla en un desierto. Cada animal se ha adaptado al estrés específico de su ecosistema.
Conclusión
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Los animales son un componente de un ecosistema. Su papel como consumidores ayuda a mantener el ciclo de energía en el medio ambiente y asegura la sostenibilidad de su hábitat.