La técnica consiste en analizar la estructura microscópica de la madera quemada, lo que puede proporcionar información sobre la temperatura y duración del fuego, así como el tipo de madera quemada. Esta información luego puede usarse para inferir las actividades de nuestros antepasados, como cocinar, calentarse o fabricar herramientas.
"Esta nueva técnica proporciona una comprensión más detallada de cómo nuestros antepasados utilizaban el fuego", afirma la doctora Silvia Bello, investigadora de la Universidad de Southampton. "Nos permite reconstruir las diferentes etapas de un incendio e identificar las actividades específicas que se llevaron a cabo".
Los investigadores probaron su técnica en una variedad de muestras de madera quemada, incluida madera de sitios arqueológicos y de quemas controladas. Descubrieron que la técnica podía identificar con precisión la temperatura y la duración del fuego, así como el tipo de madera que se quemaba.
"Esta técnica tiene el potencial de revolucionar nuestra comprensión de cómo nuestros antepasados utilizaban el fuego", afirmó el profesor Chris Stringer, investigador del Museo de Historia Natural de Londres. "Proporciona una gran cantidad de información nueva que puede ayudarnos a reconstruir las vidas de nuestros antepasados y comprender cómo evolucionaron".
El estudio se publica en la revista Scientific Reports.