Las mariposas marinas, también conocidas como pterópodos, son pequeños caracoles marinos que nadan libremente y desempeñan un papel crucial en el ecosistema oceánico. Son una fuente principal de alimento para muchos otros organismos marinos, incluidos peces, ballenas y aves marinas.
El estudio, publicado en la revista Nature Climate Change, encontró que a medida que el océano se vuelve más ácido debido al aumento de los niveles de CO2, las mariposas marinas tienen que gastar más energía para construir sus caparazones. Esto deja menos energía para otras funciones importantes, como el crecimiento y la reproducción.
"Descubrimos que las mariposas marinas gastaban hasta un 25 por ciento más de energía construyendo sus caparazones en agua acidificada", dijo la Dra. Nina Bednaršek, autora principal del estudio. "Se trata de una cantidad significativa de energía que podría utilizarse para otras cosas, como el crecimiento y la reproducción".
El estudio también encontró que las mariposas marinas tenían más probabilidades de desarrollar defectos en el caparazón en agua acidificada. Estos defectos pueden hacer que las mariposas marinas sean más vulnerables a los depredadores y las enfermedades.
"La mariposa marina es una parte muy importante del ecosistema oceánico y su disminución podría tener un efecto dominó en toda la cadena alimentaria", afirmó el Dr. Bednaršek. "Este estudio destaca la necesidad de reducir nuestras emisiones de CO2 para proteger el océano y las criaturas que viven en él".
Las mariposas marinas son sólo uno de los muchos organismos marinos que se están viendo afectados por la acidificación de los océanos. Otros organismos afectados incluyen corales, ostras y peces.
La acidificación de los océanos es una grave amenaza para el océano y sus habitantes. Necesitamos tomar medidas para reducir nuestras emisiones de CO2 y proteger el océano y las criaturas que viven en él.