Los microbios u organismos microscópicos son ampliamente utilizados en procesos industriales a gran escala. Son cruciales para la producción de una variedad de metabolitos, como etanol, butanol, ácido láctico y riboflavina, así como la transformación de sustancias químicas que ayudan a reducir la contaminación ambiental. Por ejemplo, los microbios pueden usarse para crear biofertilizantes o para reducir contaminantes metálicos. Los microbios también se pueden usar para producir ciertos productos no microbianos, como la insulina para medicamentos diabéticos.
TL; DR (Demasiado tiempo; no se leyó)
Los microbios son organismos microscópicos. Se usan en muchos procesos industriales a gran escala. Producen productos químicos como el etanol, que se utiliza como combustible, disolvente y para muchos otros fines, así como glicerol, un metabolito común en alimentos y medicinas, y una serie de otros productos químicos.
Los microbios también son utilizado en un proceso llamado biolixiviación, en el que las bacterias lixivian metales como el hierro y el manganeso del suelo y las aguas residuales. La biolixiviación puede cambiar la estructura de sedimentos, así como crear el potencial para controlar el flujo de agua en acuíferos y producir biomateriales de valor comercial.
Los microbios, especialmente los hongos, son útiles como biofertilizantes, al hacer que los nutrientes estén más disponibles para las plantas y aumentar el crecimiento y el rendimiento de los cultivos. Los microbios también son útiles en medicina. La tecnología de ADN recombinante altera las bacterias para crear medicamentos como insulina sintética para pacientes diabéticos.
Producción de metabolitos
El etanol que producen los microbios se usa ampliamente como disolvente, extractante y anticongelante. Además, forma la base para muchos tintes, lubricantes, detergentes, pesticidas, resinas, explosivos, plastificantes y fibras sintéticas. El N-butanol, también producido por microbios, es útil en la fabricación de plastificantes, líquidos de frenos, extractantes y aditivos de la gasolina. El glicerol se usa ampliamente tanto en medicamentos como en la industria alimenticia, mientras que el manitol se usa en investigación y el butanol se usa tanto como solvente como en explosivos.
Lixiviación y protección de metales
Muchas bacterias prosperan reduciendo Fe (III), hierro férrico, a Fe (II), hierro ferroso y Mn (VI) a Mn (II). Por lo tanto, este tipo de microbios se pueden utilizar para lixiviar metales Fe (III) y Mn (VI) de algunos suelos y sedimentos con el fin de formar una gama de materiales, como magnetita, siderita y rodocrosita. Este proceso, que se llama biolixiviación, puede cambiar la estructura del sedimento, así como crear el potencial para controlar el flujo de agua en los acuíferos y producir biomateriales de valor comercial, como la magnetita.
Bio-Fertilizantes microbianos
Los bio-fertilizantes consisten en microorganismos vivos que se agregan al suelo para aumentar el crecimiento de la planta al proporcionarles a las plantas cantidades mayores de nutrientes. Los bio-fertilizantes comúnmente usados incluyen solubilizadores de fosfato, que hacen que los fosfatos estén disponibles para las plantas, lo que resulta en un mejor crecimiento y rendimiento de los cultivos. Las micorrizas, hongos asociados con las raíces de las plantas, son a menudo críticos para la adecuada absorción de nutrientes y la supervivencia de las plantas en los ecosistemas naturales. Las bacterias Azospirillum estimulan el crecimiento de las plantas mediante un proceso llamado fijación de nitrógeno.
Utilizan microbios para producir insulina
Durante décadas, los médicos trataron a pacientes con diabetes mellitus con la insulina del páncreas de vacas y cerdos sacrificados. Las bacterias modificadas genéticamente producen la hormona insulina en una forma pura que es menos probable que cause reacciones alérgicas en los pacientes. Los científicos usan una tecnología llamada ADN recombinante para poner un gen humano para la producción de insulina en el ADN de las bacterias. Las bacterias modificadas se colocan en grandes tanques de fermentación de acero inoxidable, donde el gen hace que produzcan grandes cantidades de insulina. Cuando se completa la fermentación, los científicos recogen y purifican la insulina para que esté lista para ser inyectada por pacientes diabéticos. El equipo se mantiene estéril en todo momento para evitar que las bacterias se contaminen.