Los tsunamis son olas masivas generadas por un desplazamiento de agua y pueden tener efectos desastrosos en las personas. Los terremotos o las explosiones submarinas pueden desencadenar estas ondas, como las causadas por la actividad volcánica o las pruebas subacuáticas de dispositivos nucleares. Los tsunamis pueden viajar a más de 500 mph en aguas profundas y pueden alcanzar los 1.700 pies de altura en su punto más extremo.
TL; DR (Demasiado tiempo; No lo leyó)
Los tsunamis pueden tener una efecto devastador en vidas humanas. Pueden destruir hogares, cambiar paisajes, dañar economías, propagar enfermedades y matar personas.
Devastación de viviendas
Los tsunamis pueden destruir edificios enteros y pueden causar serios daños a la propiedad. Muchas personas que viven en un área afectada por un tsunami pierden todo lo que poseen, lo que los deja sin hogar y sin recursos en el período posterior. Algunos de los efectos del tsunami incluyen nivelar las casas hasta sus cimientos y exponer la roca madre. El proceso de reconstrucción es costoso, lento y psicológicamente tumultuoso para las personas.
La pérdida de la vida
Los peligros del tsunami son difíciles de detectar en el mar, ya que las olas no comienzan a aumentar de tamaño hasta ellos alcanzan aguas menos profundas. Como resultado, atacan con muy poca advertencia, a menudo resultando en una gran pérdida de vidas humanas. El tsunami que asoló el norte de Japón después de un terremoto en la costa el 11 de marzo de 2011 mató al menos a 14.340 personas, que destruyeron edificios y dejaron miles atrapados en escombros o arrastrados al mar.
Daño a la economía
La vida cotidiana de las personas en una nación afectada por un tsunami cambia debido al daño que el desastre ocasiona a la economía. Las ubicaciones que anteriormente eran destinos populares para los visitantes sufren depresión como resultado de la pérdida del turismo, con personas que se mantienen alejadas del miedo y durante la reconstrucción. Reconstruir después de un tsunami también supone una carga financiera importante para los gobiernos, lo que resulta en una desaceleración económica que puede afectar regiones enteras del mundo.
Enfermedades y Contaminación
Después de un tsunami, agua contaminada y los suministros de alimentos representan un riesgo para la salud de las personas. Las aguas de inundación pueden transportar muchas fuentes de contaminación, como la suciedad o el petróleo. Además, las enfermedades infecciosas aumentan después de un tsunami. La malaria y el cólera pueden volverse más comunes. Es posible que las personas tengan que permanecer en refugios u otros espacios cerrados que faciliten la propagación de enfermedades.
Otros efectos sobre la salud
Los tsunamis pueden provocar otras consecuencias devastadoras para la salud. Las personas pueden sufrir lesiones traumáticas por la destrucción de propiedades y paisajes. Muchas personas pueden sufrir fracturas o lesiones cerebrales. La pérdida de refugios normales también puede dejarlos expuestos al viento y a temperaturas cálidas o frías. También pueden sufrir problemas de salud mental como trastorno por estrés postraumático o ansiedad.
Cambios ambientales graves
Después de un tsunami, paisajes que anteriormente constituían playas pintorescas o pueblos costeros se convierten en un páramo. Además de la destrucción de la construcción humana, los tsunamis destruyen la vegetación, como los árboles, lo que provoca deslizamientos de tierra y costas que se colapsan en el mar a medida que se arrancan los sistemas de raíces profundas que previamente mantenían la tierra en su lugar. Estos cambios obligan a los habitantes humanos a reconstruir de una manera completamente diferente, rediseñando sus estilos de vida y sus medios de vida en un entorno alterado.