Un ecosistema es una organización que incluye todos los organismos vivos (componentes bióticos) en un área así como su entorno físico (componentes abióticos), que funcionan juntos como una unidad.
Componentes bióticos
Los componentes bióticos son organismos vivos dentro de un ecosistema particular. Incluyen productores primarios, herbívoros, carnívoros, omnívoros y descomponedores.
Componentes abióticos
Los componentes abióticos son las partes no vivas del entorno en el que viven los organismos, como la luz solar, el agua o humedad, suelo, etc.
Niveles tróficos
Los organismos de un ecosistema dependen unos de otros para la subsistencia. Los niveles tróficos se refieren a la posición respectiva de los organismos dentro de cadenas o redes ecológicas de alimentos. El nivel más bajo contiene los productores primarios o plantas verdes. Los organismos de segundo nivel o herbívoros dependen de las plantas verdes para su alimentación. Los carnívoros, que se alimentan de los herbívoros, constituyen un tercer nivel. Finalmente, los descomponedores (bacterias y hongos) descomponen organismos muertos y materiales de desecho en nutrientes utilizables por los productores.
Ejemplo de flujo de energía
Una cadena alimenticia comienza con las plantas que usan energía de la luz solar (fotosíntesis) para producir alimentos. Los herbívoros, como las cebras, comen plantas. Entonces los consumidores secundarios, como los leones, comen cebras. Cuando un león muere, los descomponedores rompen su cuerpo.
Función de un ecosistema
La función de un ecosistema es contribuir a su auto-mantenimiento, incluido el sustento del hábitat de la vida silvestre.