Los líquenes son organismos resistentes que pueden vivir en algunas de las condiciones más duras que se encuentran en la Tierra. No son una sola planta, sino una combinación simbiótica de dos: una alga y un hongo. Los líquenes son una parte importante del ecosistema de la tundra ártica, donde el clima frío y seco es un desafío para la supervivencia de la mayoría de las plantas y animales.
El Liquen Es Simbiótico
Las algas en el liquen proporciona alimento para el organismo a través de la fotosíntesis. La fotosíntesis es una forma para que los líquenes capturen la energía de la luz solar y la conviertan en energía para el liquen.
El hongo en el liquen proporciona al organismo agua al retener las pequeñas cantidades de humedad en el clima, como un esponja. En épocas de sequía, los líquenes pueden atraer la humedad que retiene en su componente fungoso.
El Liquen es un Descomponedor
Los líquenes liberan sustancias químicas que trabajan para descomponer las rocas, creando más tierra. En la tundra, hay muy poca vida vegetal para hacer este trabajo y los líquenes son de importancia crítica.
Aunque el liquen es un descomponedor, no es un parásito. El liquen a menudo crece en los árboles, pero no elimina los nutrientes de ellos. El liquen simplemente está viviendo en el árbol sin dañarlo.
El liquen es una fuente de alimento
Los renos son algunos de los animales más grandes que se encuentran en la tundra ártica y requieren mucha comida. En las partes más frías del año, la comida para tales animales puede ser escasa. En los meses de invierno, los líquenes son una fuente principal de alimento para los renos. Los renos pueden incluso oler líquenes debajo de una capa de nieve y cavar bajo la nieve para encontrar su alimento.
Algunas polillas y escarabajos también comen líquenes.
Amenazas ambientales a los líquenes
La contaminación del aire es la principal amenaza para los líquenes. Son bastante sensibles a los contaminantes en el aire e incluso son utilizados por científicos y ambientalistas para evaluar la calidad del aire. De esta forma, son útiles para evitar que la contaminación empeore y proteger los delicados entornos en los que crecen.