Para la mayoría de las recetas para hornear, la regla general es usar 1 cucharadita de bicarbonato de sodio por cada taza de harina para todo uso. Sin embargo, esto puede variar según el resultado deseado y el tipo de receta. Por ejemplo, si estás haciendo un pastel que requiere una textura ligera y aireada, puedes usar un poco menos de bicarbonato de sodio, mientras que si estás haciendo una receta de galletas que requiere una textura más masticable, puedes usar un poco más de bicarbonato de sodio. Siempre es una buena idea consultar la receta específica que estás siguiendo para conocer la cantidad exacta de bicarbonato de sodio que debes usar.