El modelo se puede utilizar para simular diferentes escenarios y ver cómo afectarían al riesgo de infección. Esta información luego se puede utilizar para tomar decisiones sobre cosas como cuántos empleados se les debe permitir trabajar al mismo tiempo, con qué frecuencia se debe limpiar el lugar de trabajo y si se debe exigir o no a los empleados que usen máscaras.
Los investigadores dicen que su modelo podría ser una herramienta valiosa para las empresas mientras enfrentan los desafíos de la reapertura durante la pandemia de COVID-19.
Éstos son algunos de los hallazgos clave del estudio:
* El riesgo de infección es mayor cuando el número de empleados en el lugar de trabajo es alto, el tamaño del lugar de trabajo es pequeño y la tasa de infección local es alta.
* Exigir a los empleados que usen máscaras puede reducir significativamente el riesgo de infección.
* Aumentar la frecuencia de la limpieza también puede reducir el riesgo de infección.
* Las empresas deberían considerar implementar un plan de reapertura gradual, en el que aumenten gradualmente la cantidad de empleados en el lugar de trabajo con el tiempo.
Los investigadores dicen que su modelo no es perfecto, pero puede proporcionar a las empresas un punto de partida para tomar decisiones sobre cómo reabrir. También dicen que el modelo se puede personalizar para adaptarse a las necesidades específicas de una empresa en particular.
El estudio se publica en la revista _Nature Human Behaviour_.