1. Costas coincidentes: Las costas de continentes como Sudamérica y África parecen encajar como piezas de rompecabezas. Esto sugiere que alguna vez estuvieron conectados. Si bien el ajuste no es perfecto debido a la erosión y los cambios geológicos durante millones de años, la forma general es sorprendente.
2. Distribución fósil: Se han encontrado fósiles de las mismas especies de animales y plantas en los continentes que ahora están separados por vastas océanos. Por ejemplo, se han encontrado fósiles del antiguo mesosaurio de reptiles en América del Sur y África, lo que sugiere que alguna vez estuvieron conectados. Esto no podría haber sucedido si estos continentes siempre estuvieran en sus ubicaciones actuales.