Bajo la temperatura de fusión:
* Presión hidrostática: El agua, cuando está presente en los poros de las rocas, ejerce presión. Esta presión se opone a la presión requerida para la fusión. Debido a que la temperatura de fusión de la roca aumenta con la presión, la presión del agua reduce efectivamente la temperatura de fusión. Esto es particularmente importante en áreas como las zonas de subducción, donde los sedimentos ricos en agua se arrastran hacia el manto de la Tierra.
* FLUX DE MEDICIÓN: El agua actúa como un "flujo" al bajar la temperatura de fusión de la roca. Esto se debe a que las moléculas de agua descomponen los enlaces químicos dentro de los minerales de la roca, lo que les facilita derretir. La presencia de agua permite que las rocas se derritan a temperaturas más bajas de lo que lo harían. Este proceso es esencial para la formación de muchos magmas.
* Minerales hidráulicos: Algunos minerales, como el anfíbol y la mica, contienen moléculas de agua dentro de sus estructuras de cristal. Cuando estos minerales se calientan, liberan agua, lo que reduce aún más la temperatura de fusión de la roca circundante.
Otras consideraciones:
* Composición: La composición de la roca también juega un papel. Algunas rocas, como las ricas en sílice, son más sensibles a la influencia del agua en la temperatura de fusión que otras.
* Profundidad: La profundidad en la que se produce la fusión influye en cómo el agua afecta la fusión. A profundidades menos profundas, el agua es menos efectiva para reducir la temperatura de fusión.
* Presión: La presión general dentro de la tierra también influye en la temperatura de fusión. A presiones más altas, el efecto del agua en la disminución de la temperatura de fusión es menos pronunciado.
En resumen:
El agua actúa como un catalizador para derretirse por:
1. Bajando la temperatura de fusión: La presión del agua y la descomposición de los enlaces químicos ayudan a las rocas a derretirse a temperaturas más bajas.
2. Facilitar el flujo de flujo: El agua ayuda a iniciar la fusión debilitando los enlaces dentro de los minerales.
Esta influencia es crucial para muchos procesos geológicos, como la formación de volcanes, la creación de rocas metamórficas y el movimiento de las placas tectónicas.