Los humanos sólo han conseguido perforar la corteza terrestre, que es la capa más externa del planeta. El agujero más profundo jamás perforado por humanos es el Kola Superdeep Borehole, que alcanzó una profundidad de 12.262 metros (40.230 pies) en la corteza terrestre en 1989. Este pozo está ubicado en Rusia y fue parte de un proyecto científico para estudiar el interior de la Tierra. La corteza terrestre está formada por roca sólida y generalmente tiene entre 5 y 70 kilómetros (3 y 43 millas) de espesor. La siguiente capa de la Tierra, el manto, está formada por roca semisólida caliente y es mucho más gruesa que la corteza y se extiende hasta una profundidad de unos 2.900 kilómetros (1.800 millas). Los humanos aún no han podido perforar el manto debido al calor y la presión extremos a esas profundidades.