1. Calor y presión extremos: A medida que se profundiza en la Tierra, la temperatura y la presión aumentan drásticamente. Se estima que el núcleo de la Tierra tiene temperaturas de alrededor de 5.200 grados Celsius (9.300 grados Fahrenheit), comparables a las de la superficie del sol. La presión en el centro es millones de veces mayor que la presión atmosférica en la superficie.
Estas condiciones extremas derretirían rápidamente cualquier equipo de perforación y dificultarían el mantenimiento de la estabilidad del túnel.
2. Inestabilidad geológica: La corteza terrestre es relativamente estable, pero cuanto más se profundiza, la roca se vuelve más plástica y propensa al movimiento. La presencia de magma, placas tectónicas y diversas formaciones geológicas dificulta la predicción y el control del comportamiento de la roca durante la excavación de túneles.
Cualquier cambio o colapso repentino podría atrapar a los mineros y al equipo, lo que lo haría increíblemente peligroso.
3. Limitaciones técnicas: Las tecnologías de perforación actuales son limitadas en términos de profundidad y capacidad para soportar las condiciones extremas que se encuentran en las profundidades de la Tierra. El agujero más profundo jamás perforado, el Kola Superdeep Borehole, alcanzó una profundidad de aproximadamente 12 km (7,5 millas), que es sólo una fracción del diámetro de la Tierra. Sería necesario avanzar en técnicas de perforación y materiales capaces de soportar altas temperaturas y presiones para la construcción de túneles transterrestres.
4. Consideraciones económicas y logísticas: La construcción de un túnel transterrestre sería una tarea increíblemente compleja y costosa, que requeriría vastos recursos, tecnología avanzada y un enorme esfuerzo de ingeniería. La logística de ventilación, suministro de energía y transporte de materiales sería excepcionalmente desafiante. El coste total de un proyecto de este tipo podría ser astronómico, haciéndolo prácticamente inviable en la actualidad.
5. Preocupaciones ambientales: Excavar a través de las capas de la Tierra podría alterar los ecosistemas, dañar las formaciones geológicas y liberar gases o minerales nocivos. El potencial de terremotos, actividad volcánica y otras consecuencias ambientales hace que sea crucial evaluar y mitigar minuciosamente cualquier riesgo antes de intentar tal esfuerzo.
En el futuro, a medida que se realicen avances tecnológicos y mejore nuestra comprensión del interior de la Tierra, se podría revisar el concepto de túneles transterrestres. Sin embargo, con nuestras capacidades y conocimientos actuales, sigue siendo una propuesta fascinante pero muy desafiante.