Los fósiles son vestigios de la vida antigua. Para muchas personas, la palabra "fósil" probablemente evoca una imagen de un hueso o caparazón endurecido, pero los fósiles pueden tomar muchas formas. La huella de una hoja, un insecto preservado en ámbar o una huella son ejemplos de diferentes tipos de fósiles. Los científicos usan fósiles para recopilar información sobre las vidas y las relaciones evolutivas de los organismos, para comprender el cambio geológico e incluso para localizar las reservas de combustibles fósiles.
Los hechos
Los fósiles más antiguos de la Tierra tienen aproximadamente 3.800 millones de años, o casi mil millones de años más joven que el planeta mismo. Las plantas, los animales y los insectos pueden dejar restos fosilizados, pero los organismos que son completamente blandos, como las medusas, tienen menos probabilidades de dejar fósiles cuando se van. Las partes duras del cuerpo, como los dientes, los huesos y la cáscara, tienen más probabilidades de conservarse (referencia 1). Mirar al pasado
Los restos fósiles nos pueden dar una idea de cómo las plantas y animales prehistóricos obtuvieron alimentos, se reprodujeron y incluso cómo se comportaron. A veces, los fósiles también pueden proporcionar evidencia de cómo o por qué murió el organismo fósil.
Datación de las capas de la Tierra
Los fósiles no se usan solo para comprender organismos individuales. Los geólogos también usan fósiles para lo que se llama correlación bioestratigráfica, lo que permite a los investigadores unir capas de roca en diferentes lugares según la edad en función de cuán similares son los fósiles en cada capa de roca. Esta información se puede utilizar para ayudar a comprender cuándo se formaron diferentes capas de roca, incluso cuando las separan grandes distancias (referencia 1).
Documentar cambios
Interpretación ambiental, o comprender cómo la Tierra ha cambiado con el tiempo, Es otra área donde los fósiles proporcionan evidencia invaluable. El tipo de fósil encontrado en un lugar en particular nos dice qué tipo de ambiente existía cuando se formó el fósil. Por ejemplo, si encuentra animales marinos fósiles como los braquiópodos en la piedra arenisca de su patio trasero, sabe que alguna vez debe haber un océano donde ahora se encuentra su casa (referencia 1).
Fósiles y petróleo
Los fósiles también tienen aplicaciones prácticas y comerciales. El petróleo utilizado en nuestras industrias de energía y plásticos tiende a acumularse en tipos específicos de capas de roca. Debido a que los fósiles se pueden usar para comprender la edad de las diferentes capas de roca como se describió anteriormente, estudiar los fósiles que emergen al excavar pozos petroleros puede ayudar a los trabajadores a ubicar las reservas de petróleo y gas (referencia 2). , el petróleo y el gas se denominan a sí mismos "combustibles fósiles" porque se forman a partir de los restos orgánicos de organismos prehistóricos.
Evolución
Quizás una de las funciones más importantes de los fósiles desde una perspectiva científica es que constituyen una línea de evidencia para comprender la evolución. Utilizando información reunida a partir de evidencia fósil, los científicos pueden reconstruir tipos de animales que ya no existen y armar un "Árbol de la Vida" para describir las relaciones evolutivas entre organismos (referencia 3).
The Fossil Record
La fosilización es un proceso relativamente raro. La mayoría de los organismos no se conservan en el registro fósil. Debido a que los organismos de cuerpo blando, por ejemplo, generalmente no forman fósiles, puede haber "lagunas" en el registro fósil.
Sin embargo, muchos depósitos excepcionales de fósiles brindan una visión sorprendentemente detallada del pasado y permiten a los científicos para armar una imagen más completa de la historia de la vida en la Tierra (recurso 2).