Los mapas topográficos están hechos a escala para mostrar la diferencia de altura entre cualquier punto dado en el mapa. Los mapas topográficos bidimensionales suelen estar codificados por colores, con diferentes colores que indican diferentes niveles de elevación. Para hacer un mapa topográfico aún más interesante, puede hacerlo tridimensional con algunas técnicas simples de mapeo de papel maché.
Haga una copia en color de su mapa en papel grueso, como cartulina. Vuelva a clasificar según el tamaño si lo desea.
Fije la copia de su mapa a una base, como una pieza de cartón o madera resistente, con una capa delgada de pegamento de artesanía. Tenga a mano el mapa original para referirse a él mientras trabaja.
Recorte papel de desecho, como correo viejo, copias fotográficas o periódicos, en pequeñas piezas similares a confeti, de no más de una pulgada cuadrada. Los cortes no tienen que ser rectos o uniformes, pero las piezas deben ser pequeñas.
Mezcla el papel con agua y el pegamento artesanal blanco en una jarra de licuadora vieja. La proporción aproximada es de una parte de papel por una parte de agua por 1/4 de parte de cola, aunque puede variar. Siempre falte a la liquidez, ya que puede forzar la mezcla después de la mezcla. Mantenga la mezcla bastante húmeda y suelta para que no se consuma en su licuadora convirtiéndose en una masa espesa.
Deje reposar la mezcla durante 20 minutos. Mezcle la mezcla en alto hasta que el papel se pulverice.
Vierta la mezcla en un colador o tamiz para eliminar el exceso de agua. Exprime el exceso de agua con tus manos mientras recoges los grumos. Te quedarán con una pulpa de papel maché pegajosa y similar a la arcilla. Coloque esta pulpa en un recipiente o plato desechable.
Comience a tomar pequeños grupos de la pulpa de papel maché y presiónela en la parte superior de la copia del mapa, siguiendo el código de colores. Comience con una capa delgada de todos los niveles más bajos de elevación, presionando la pulpa de papel maché plana.
Continúe con el siguiente nivel de elevación más bajo, agregando pedazos de pulpa un poco más gruesos. No los presione tan planos como el primer nivel; permita que se eleven ligeramente. Usa una regla para decidir qué tan alto quieres que llegue a cada nivel de tu mapa topográfico. Por ejemplo, puede querer un 1/4 de pulgada a 500 pies. Eso haría que su segundo nivel sea 1/4 pulgada más alto que el primero.
Use su juicio y el mapa original como una guía para dar forma a la topografía. Para pendientes suaves, puede combinar las secciones. Para pendientes más pronunciadas, como acantilados o cañones, use los dedos o un cuchillo de mantequilla para ayudar a crear un borde para la sección. Para los picos de las montañas, puedes pellizcar la parte superior con los dedos. Para ríos o valles, puede cortar el camino con su cuchillo de mantequilla.
Continúe agregando capas hasta que llegue a la capa más alta de elevación, haciendo la mayor acumulación de pulpa de papel maché. Si la altura es cada vez más difícil, permita que las capas se sequen por un día o dos antes de agregar más altura. Siga las líneas guía y use su mapa original como referencia para obtener su paisaje lo más preciso posible.
Permita que el mapa se seque durante una o dos semanas. El tiempo que tome dependerá de cuán húmeda sea la pulpa de papel, y cuán húmeda o árida sea su región. Cuando está seco, la pulpa será sólida y dura, como papel embalado.
Utilice su mapa original como referencia y pinte su mapa topográfico tridimensional con pinturas de tempera o acrílicas y pinceles artesanales. Permita que las pinturas se sequen antes de mostrarlas.