El acero es una aleación de hierro que tiene propiedades químicas y físicas mejoradas. Los aceros más comúnmente encontrados están aleados con entre 0.2 por ciento y 2.15 por ciento de carbono, pero algunos aceros se pueden encontrar aleados con otros materiales como tungsteno, cromo, vanadio y manganeso. El acero se ha utilizado desde la antigüedad, pero se produjo de manera ineficiente y costosa hasta mediados del siglo XIX, cuando se inventó el proceso de Bessemer. Desde entonces, el acero se ha producido en masa en muchas formas, incluidas láminas de metal, chapa metálica y chapa.
Hoja de metal
La hoja de metal es una lámina de metal muy delgada que ha sido martillada o rodó plano. Las láminas de metal pueden estar hechas de cualquier tipo de metal, aunque las láminas que se encuentran más comúnmente son papel de aluminio y papel de oro. Por lo general, el papel de aluminio tiene un grosor de 0,03 mm, aunque cualquier hoja de metal con un grosor inferior a 0,2 mm se considera una lámina.
Hoja de metal
La chapa metálica es cualquier metal que sea más grueso que una lámina y más delgado que 6 mm, el espesor de una placa de metal. La chapa se usa a menudo para construir estructuras que no requieren durabilidad. También suele ser corrugado o diamoneado para una mayor resistencia sin aumentar el peso. La corrugación es el plegado del metal a intervalos regulares para formar crestas, y el diamonding es la adición de crestas de diamante que le agregan estructura al metal.
Plate Metal
Plate metal es cualquier hoja de metal con un espesor de 6 mm o más. Plate metal se usa en aplicaciones donde la durabilidad es más importante que el ahorro de peso. Se utiliza en automóviles donde se requiere durabilidad para pasar las pruebas de colisión.
La diferencia
La única diferencia entre chapa y chapa de acero es el calibre (espesor) del metal. Ambos tienen usos muy diferentes, dependiendo de los diferentes requisitos de durabilidad y peso para diferentes proyectos.